En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho tiempo vivía un caballero como los de antes: de los de lanza en astillero, escudo antiguo y caballo desnutrido pero gran corredor. Muchas noches se comía un plato de carne vieja, huevos revueltos los sábados, lentejas los viernes, y algún añadido de guiso de paloma los domingos, que, en total, consumían las tres cuartas partes de su hacienda. El resto de ella lo concluía una capa negra, para las fiestas un pantalón de terciopelo (con sus pantuflos de lo mismo), y los días de entresemana se honraba con su traje pardo de lo más fino. El sujeto es un elemento de la oración que tiene la función de informar quién realiza, causa o padece la acción del verbo (y del resto del predicado). Ejemplo: Érika comió, Viriato convence, Una hoja caerá, Rodrigo realizó un ensayo, El profesor causa mucha confusión, Páez padece los síntomas de la epilepsia. En muchas ocasiones, al sujeto de la oración se le puede identificar preguntándole al verbo "quién" o "qué" realiza, causa o padece la acción del verbo (y del resto del predicado). Por ejemplo: Rodrigo escribió un ensayo, El profesor provocó mucha confusión, Páez adolece de epilepsia, La brisa dobló una hola, Una pelota dejó la marca, Las luces titilan mucho. Tipos de sujeto de la oración: A) Sujeto explícito: es aquel que aparece de forma expresa en la oración. Por ejemplo: Yo leía un libro, Ella leía un libro, Ustedes estudian mucho, Ellas estudian mucho, El helado está sabroso. B) Sujeto implícito: es aquel que debe deducirse lógicamente porque no aparece de forma explícita en la oración, por lo cual se recurre al verbo para identificarlo. Ejemplos: