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Discurso de Steve Jobs en la universidad de Stanford 2005

created Nov 30th 2017, 20:10 by ManuelTor


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Discurso de Steve Jobs
en la Universidad de Stanford 2005
Traducción al castellano del discurso que Steve Jobs, CEO de Apple Computer y de Pixar
Animation Studios, dictó el 12 de Junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la
Universidad de Stanford
Gracias.
Tengo el honor de estar hoy aquí con vosotros en vuestro comienzo en una de las mejores universidades del
mundo. La verdad sea dicha, yo nunca me gradué. A decir verdad, esto es lo más cerca que jamás he estado de
una graduación universitaria.
Hoy os quiero contar tres historias de mi vida. Nada especial. Sólo tres historias.
La primera historia versa sobre “conectar los puntos”.
Dejé la Universidad de Reed tras los seis primeros meses, pero después seguí vagando por allí otros 18 meses,
más o menos, antes de dejarlo del todo. Entonces, ¿por qué lo dejé?
Comenzó antes de que yo naciera.
Mi madre biológica era una estudiante joven y soltera, y decidió darme en adopción. Ella tenía muy claro que
quienes me adoptaran tendrían que ser titulados universitarios, de modo que todo se preparó para que fuese
adoptado al nacer por un abogado y su mujer.
Solo que cuando yo nací decidieron en el último momento que lo que de verdad querían era una niña.
Así que mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada a medianoche preguntando:
“Tenemos un niño no esperado; ¿lo queréis?”
“Por supuesto”, dijeron ellos.
Mi madre biológica se enteró de que mi madre no tenía titulación universitaria, y que mi padre ni siquiera
había terminado el bachillerato, así que se negó a firmar los documentos de adopción. Sólo cedió, meses más
tarde, cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.
Y 17 años más tarde fui a la universidad. Pero de forma descuidada elegí una universidad que era casi tan cara
como Stanford, y todos los ahorros de mis padres, de clase trabajadora, los estaba gastando en mi matrícula.
Después de seis meses, no le veía propósito alguno. No tenía idea de qué quería hacer con mi vida, y menos
aún de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo.
Y me estaba gastando todos los ahorros que mis padres habían conseguido a lo largo de su vida. Así que decidí
dejarlo, y confiar en que las cosas saldrían bien.
En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva fue una de las mejores decisiones que nunca haya
tomado.
En el momento en que lo dejé, ya no fui más a las clases obligatorias que no me interesaban y comencé a
meterme en las que parecían interesantes. No era idílico. No tenía dormitorio, así que dormía en el suelo de
las habitaciones de mis amigos, devolvía botellas de Coca Cola por los 5 céntimos del envase para conseguir
dinero para comer, y caminaba más de 10 Km los domingos por la noche para comer bien una vez por semana
en el templo de los Hare Krishna.
Me encantaba.
Y muchas cosas con las que me fui topando al seguir mi curiosidad e intuición resultaron no tener precio más
adelante.
Os daré un ejemplo.
En aquella época la Universidad de Reed ofrecía la que quizá fuese la mejor formación en caligrafía del país. En
todas partes del campus, todos los pósters, todas las etiquetas de todos los cajones, estaban bellamente
caligrafiadas a mano.
Como ya no estaba matriculado y no tenía clases obligatorias, decidí atender al curso de caligrafía para
aprender cómo se hacía.
Aprendí cosas sobre el sherif y tipografías sans serif, sobre los espacios variables entre letras, sobre qué hace
realmente grande a una gran tipografía.
Era sutilmente bello, histórica y artísticamente, de una forma que la ciencia no puede capturar, y lo encontré
fascinante. Nada de esto tenía ni la más mínima esperanza de aplicación práctica en mi vida. Pero diez años
más tarde, cuando estábamos diseñando el primer ordenador Macintosh, todo eso volvió a mí.
Y diseñamos el Mac con eso en su esencia. Fue el primer ordenador con tipografías bellas. Si nunca me hubiera
dejado caer por aquél curso concreto en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías, ni
caracteres con espaciado proporcional. Y como Windows no hizo más que copiar el Mac, es probable que
ningún ordenador personal los tuviera ahora. Si nunca hubiera decidido dejarlo, no habría entrado en esa clase
de caligrafía y los ordenadores personales no tendrían la maravillosa tipografía que poseen.
Por supuesto, era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en clase, pero fue
muy, muy claro al mirar atrás diez años más tarde.
Lo diré otra vez: no puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tenéis
que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el
destino, la vida, el karma, lo que sea.
Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado, y ha marcado la diferencia en mi vida.
Mi segunda historia es sobre el amor y la pérdida.
Tuve suerte supe pronto en mi vida qué era lo que más deseaba hacer. Woz y yo creamos Apple en la
cochera de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos mucho, y en diez años Apple creció de ser sólo
nosotros dos a ser una compañía valorada en 2 mil millones de dólares y 4.000 empleados.
Hacía justo un año que habíamos lanzado nuestra mejor creación el Macintosh un año antes, y hacía
poco que había cumplido los 30.
Y me despidieron.
¿Cómo te pueden echar de la empresa que has creado?
Bueno, mientras Apple crecía contratamos a alguien que yo creía muy capacitado para llevar la compañía junto
a mí, y durante el primer año, más o menos, las cosas fueron bien. Pero luego nuestra perspectiva del futuro
comenzó a ser distinta y finalmente nos apartamos completamente. Cuando eso pasó, nuestra Junta Directiva
se puso de su parte.
Así que a los 30 estaba fuera. Y de forma muy notoria.
Lo que había sido el centro de toda mi vida adulta se había ido y fue devastador.
Realmente no supe qué hacer durante algunos meses. Sentía que había dado de lado a la anterior generación
de emprendedores, que había soltado el testigo en el momento en que me lo pasaban. Me reuní con David
Packard [de HP] y Bob Noyce [Intel], e intenté disculparme por haberlo fastidiado tanto. Fue un fracaso muy
notorio, e incluso pensé en huir del valle [Silicon Valley].
Pero algo comenzó a abrirse paso en aún amaba lo que hacía. El resultado de los acontecimientos en
Apple no había cambiado eso ni un ápice. Había sido rechazado, pero aún estaba enamorado. Así que decidí
comenzar de nuevo.
No lo vi así entonces, pero resultó ser que el que me echaran de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber
pasado.
Había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un principiante, menos seguro de las cosas.
Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida. Durante los siguientes cinco años, creé
una empresa llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una mujer asombrosa que se convertiría
después en mi esposa.
Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por ordenador, Toy Story, y es ahora el estudio de
animación más exitoso del mundo. En un notable giro de los acontecimientos, Apple compró NeXT, yo regresé
a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón del actual renacimiento de Apple. Y Laurene y
yo tenemos una maravillosa familia.
Estoy bastante seguro de que nada de esto habría ocurrido si no me hubieran echado de Apple. Creo que fue
una medicina horrible, pero supongo que el paciente la necesitaba. A veces, la vida te da en la cabeza con un
ladrillo. No perdáis la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantuvo en marcha fue mi amor por
lo que hacía. Tenéis que encontrar qué es lo que amáis. Y esto vale tanto para vuestro trabajo como para
vuestros amantes.
El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que
consideréis un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis. Si aún no lo
habéis encontrado, seguid buscando.
No os conforméis.
Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis encontrado. Y como en todas las
relaciones geniales, las cosas mejoran y mejoran según pasan los años. Así que seguid buscando hasta que lo
encontréis.
No os conforméis.

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